La agencia AP difunde esta foto con la respectiva nota referente a 12 ahorcados en Irán, ciudad de Shiraz. Todos ellos acusados de delitos. El presidente de Irán, Mahmoud Ahmadineyad, que recientemente estuvo en Ecuador recibido con todos los honores de Estado (y con grata admiración por parte de autoridades del Ecuador, presidente de la República, Asamblea Nacional y varios emocionados asambleístas), es la cabeza principal de estos actos de barbarie totalmente contrarios al desarrollo humano en el mundo. En algunos estados de Estados Unidos existe la pena de muerte pero con una gran diferencia. Primero, no constituye un inaceptable espectáculo público como en Irán. Segundo, y más importante, se agotan todos los recursos legales y extrajudiciales para no llegar a la ejecución, lo que toma muchos años de apelaciones. Son poquísimos los casos en que se llega a ejecutar al sentenciado mediante una inyección letal que pretende no causar dolor ni sufrimiento. De todas maneras es una sentencia a muerte y debe ser erradicada del planeta. Mientras por acá, en Ecuador, preocupados porque no se mate toros dentro de una plaza cerrada, se rinde homenaje y se brinda apoyo a quien da muerte a seres humanos en una plaza pública. Dirán porque el toro no cometió ningún delito y los iraníes muertos, sí. Mi opinión: Yo no podría jamás admirar a un tirano fanático que usando el poder, lapida públicamente a mujeres y asesina sin escrúpulo a sus conciudadanos. Mi vergüenza como ecuatoriano que se lo haya invitado y recibido.
