Gracias, muchísimas gracias por la espera. Una noche apareció en la pantalla de mi computador, el cuadro de diálogo que está fotografiado arriba. Me sorprendió, porque en ese momento yo era el único usando mi internet. Para ingresar inalámbricamente se requiere de contraseña. Entonces quién era el causante de ese aviso. Luego vino otro cuadro de diálogo. Se repitieron estos mensajes. ¿Suponen ustedes lo que supongo? Sí. Luego vino la desaparición del contenido de una carpeta. Seguidos de diversos daños al computador, hasta que marchó. Compré otro. Me cambié de domicilio y por tanto, de dirección IP internet. Entonces pasé una especie de felices vacaciones sin la visita estorbosa y dañina de aquel ser que desde el anonimato se dedicaba a escudriñar mi máquina y causar desperfectos. Pero la felicidad del pobre dura poco y aparecieron nuevamente estos avisos, nuevamente los daños a mi nueva máquina. Me encontró. Conclusión: existe un indeseable no invitado (creo que les dicen hacker a estos bichos) que se pasa espiando lo que hago. Pero encontré la manera de tener algo de intimidad. Ahora puede pasearse en mi máquina, no existe nada de su interés. Lo que quiere espiar está lejos de su alcance, así como lejos de mi alcance está probar su identidad. Por ese motivo estuve un tanto descuidado de mi blog que registra un aumento de seguidores. Muchas gracias a todos ellos y a todos mis visitantes por su paciencia y confianza.
