
Las leyes que debían aprobarse en los 360 días posteriores a la entrada en vigencia de la nueva Constitución, quedaron como gracioso regalo para el día del amor y la amistad del próximo año. Bajo un estado de derecho las leyes aprobadas y promulgadas de este modo serían prácticamente inconstitucionales pero ahora existe otro "fundamento jurídico" de la revolución: pedir disculpas y ya. Eso borrará lo inconstitucional y reafirmará el espejismo de estado de derecho en que vivimos.