Daniel El Internacional es mi seudónimo como cantante.

jueves, 17 de febrero de 2011

"TOMAD Y BEBED TODOS DE... EL DORADO PLACER"


Mientras bebían, uno de ellos le dijo a otro "no tomes más porque te estás poniendo borroso". Más continuaron libando. La cerveza corría cual inundación millonaria, mejor que el novato "abogao" campeón de los cien metros compitiendo con "cierta" prensa. Otro de ellos (de los constitucionales) en un encenderse y apagarse de foco, creyó necesario cambiar unas palabritas para evitar que los acusen de jueces gobiernistas y trastocáronse en filáticos de la lengua del decálogo de Su Majestá. Al final la vida sigue igual, de los nueve, seis son panas verdosos y tres son los enemigos, los perdedores, los loosers. Ya antes de emitir su fallo (bien dicho, fallo) los seises estaban siendo fusilados mediante continuos ringtones y los otros tres, mediante insultos ya conocidos, de aquel, el de las camisitas, el de la tanguita verde. Y con su célebre sonrisita burlona dijo que no era triunfo de ÉL ni de su gobierno (¿?) sino de la democracia. ¡Oh democracia cuántas pendejadas se dicen en tu nombre! Y las preguntitas pasaron, igual que las vielas constitucionales. Y los tres candados tales que tenía supuestamente la actual Magnacarta para evitar ser modificada, porque violada a cada rato, ¿dónde están? Intactos en la puerta, porque ha sido facilísimo entrar por la ventana, aún estando encervezados, plutarcos. Se confirma una vez más que el sabio aforismo "Hecha la ley, hecha la trampa" nunca muere. ¡Si pública es la mujer, república la Patria! ¡Viva el chuchaqui! ¡Hasta la Victoria..! ¿Victoria? Así se llamaba otra cervecería.